martes, 17 de marzo de 2015

23 de Diciembre de 1991

Querido amigo:

Sam y Patrick se fueron ayer con su familia al
Gran Cañón. No me siento demasiado mal al
respecto porque todavía puedo recordar el beso
de Sam. Me da paz y me hace sentir bien.
Incluso me planteé no lavarme los labios, como
hacen en televisión, pero después pensé que
podría ser demasiado asqueroso. Así que he
pasado todo el día de hoy paseando por el
barrio. Incluso saqué mi viejo trineo y mi vieja
bufanda. Hay algo acogedor en ello.
Llegué a la colina donde solíamos ir con el
trineo. Había un montón de niños pequeños.
Contemplé cómo se deslizaban a toda velocidad.
Dando saltos y haciendo carreras. Y pensé que
todos aquellos niños pequeños iban a crecer
algún día. Y todos aquellos niños pequeños iban
a hacer lo que nosotros hacemos. Y todos
besarán a alguien algún día. Pero, por ahora,
con el trineo tienen suficiente. Creo que sería
genial si montar en trineo fuera siempre
suficiente, aunque no lo es.
Me alegro mucho de que las Navidades y
mi cumpleaños estén al llegar porque eso
significa que Sam y Patrick volverán pronto,
porque ya empiezo a sentir que me estoy yendo
a ese lugar oscuro donde solía ir. Después de
que mi tía Helen nos dejara, fui a ese lugar. Se
puso todo tan negro que mi madre tuvo que
llevarme a un médico y repetí curso. Pero ahora
estoy intentando no pensar en ello demasiado
porque lo empeora todo.
Es como cuando te miras en el espejo y
dices tu nombre. Y llega un momento en el que
nada parece real. Bueno, a veces puedo hacerlo,
pero no me hace falta pasar una hora delante
de un espejo. Ocurre muy rápido, y las cosas
empiezan a desvanecerse. Y abro los ojos y no
veo nada. Y entonces se me acelera la
respiración intentando ver algo, pero no lo
consigo. Esto no ocurre todo el rato, pero cuando
pasa, me asusta.
Casi me ha pasado esta mañana, pero
pensé en el beso de Sam y la sensación
desapareció.
Probablemente no debería escribir
demasiado sobre el tema porque lo reaviva todo.
Me hace pensar demasiado. Y estoy intentando
implicarme. Solo que es duro porque Sam y
Patrick están en el Gran Cañón.
Mañana voy a ir con mi madre a comprar
regalos para todos. Y después celebraremos mi
cumpleaños. Nací el 24 de diciembre. No sé si
alguna vez te lo he dicho. Es un día raro para
un cumpleaños porque está demasiado cerca de
Navidad. Después de eso, celebraremos la
Navidad con la familia de mi padre, y mi
hermano volverá a casa una temporada.
Entonces iré a hacer el examen de conducir, así
que estaré ocupado mientras Sam y Patrick
están fuera.
Esta noche estuve viendo la televisión con
mi hermana, pero ella no quería ver la
programación navideña que estaban poniendo,
así que decidí subir al piso de arriba y leer.
Bill me dio un libro para leer durante las
vacaciones. Es El guardián entre el centeno.
Era el libro favorito de Bill cuando tenía mi
edad. Dijo que era uno de esos libros que haces
tuyos.
Leí las primeras veinte páginas. Todavía no
sé qué me parece, pero resulta apropiado en
estas fechas. Espero que Sam y Patrick me
llamen por mi cumpleaños. Me haría sentir
muchísimo mejor.

Con mucho cariño,
Charlie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario